Aunque muy posterior al legado de Medina Garnata, el legado y relación del escritor estadounidense con la Alhambra es de indudable y necesario conocimiento.
Irving nació en la ciudad de Nueva York el 3 de abril de 1873, en el seno de una familia de ascendencia escocesa y británica.
Fue un viajero incansable, un lector empedernido, pero mal estudiante que pronto orientó sus pasos hacia el mundo literario. Fue el primer escritor americano que logró reconocimiento como tal. Podemos añadir un detalle más, fue ministro plenipotenciario (lo que hoy en día conocemos por embajador) de los Estados Unidos en Madrid en reconocimiento a su labor, aprecio y conocimiento de la realidad española. El escritor americano visitó nuestro país en dos ocasiones. Recorriendo los caminos del sur, podemos seguir sus pasos a través de las rutas que siguió entre Sevilla, Cádiz, Málaga y Granada. Fueron España y sus personajes el escenario e inspiración de sus mejores obras:Cuentos de la Alhambra (1832), Conquista de Granada (1829), Vida y viajes de Cristóbal Colón (1828) y de sus compañeros (1831), Vida de Mahoma (1850). Pero no sólo descubrió un país y un pueblo sino que forjó amistades y vivió experiencias que le marcarían para siempre.
Curiosamente, Irving visitó Granada en dos ocasiones durante su primera estancia en España (1826-1829). En 1828 durante una breve visita de diez días y, finalmente, en 1829 cuando se quedó durante tres meses habitando el palacio de Boabdil. El avispado lector comprobará que Tales of the Alhambra o The Alhambra, como se conocería posteriormente la obra, se publicó en 1832, tres años después de que el escritor americano abandonara España para ocupar el puesto de secretario de la delegación diplomática en Londres. Esto quiere decir que la obra no se escribió,in sensu estricto, durante su estancia en el palacio nazarí.
El título de la primera edición fue: La Alhambra, serie de cuentos sobre Moros y Españoles (The Alhambra: A Series of Tales of the Moors and Spaniards).
España siempre fue un escenario típico de la literatura gótica. Al igual que Oriente. Quizá por eso los Cuentos de la Alhambra es considerado como la novela gótica de mayor influencia en el romanticismo. En ella se funden dos naturalezas típicamente góticas: oriente y España; pero de un modo que supera cualquier ejercicio narrativo anterior.
Washington Irving residió durante una temporada en la Alhambra, aquel palacio ampuloso, sede del monarca del reino nazarí de Granada. La novela nos ubica en su magnífica arquitectura, en sus leyendas de guerras, amores y traiciones. El hilo conductor es el propio Washington Irving. Su voz es la voz del protagonista.
Las historias que flotan dentro de los Cuentos de la Alhambra se entremezclan con el presente -de 1829-, contrastando la belleza y el peligro del pasado con cierta melancolía en las callejuelas de la Granada recuperada.
Un astrólogo árabe de magias terribles que derrotan ejércitos enteros, tres hermosas princesas enclaustradas en una torre para evitarles el amor, un peregrino encerrado por los celos de un padre, el fabuloso tesoro encontrado por un aguador, la Rosa de la Alhambra, un laúd fantástico capaz de barrer la melancolía de los reyes. Tales son algunas maravillas de los Cuentos de la Alhambra.
Si quieres leer los relatos originales del autor pincha en la imagen:
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