La obsesión por la higiene corporal se remonta a tiempos mesopotámicos y egipcios donde se relacionaron las enfermedades con la suciedad. Se asocia la limpieza física con la pureza espiritual, como si la primera tuviera un efecto directo en el comportamiento.
En su Oriente originario los árabes habían adoptado de los bizantinos su gusto por los baños y los perfumes. Fueron ellos los que popularizaron en España, y en menor grado en Italia, la ciencia de la perfumería; no se olvide que fue un árabe, Albucaste, quien descubrió el alcohol a partir del vino, por lo que lo llamó espíritu de vino.
Las mujeres musulmanas pasan horas y horas en el harén maquillándose y depilándose cuidadosamente. Las cristianas son miradas con cierta aprensión porque no se depilan el pubis. Con henna se tiñen de rojo los dedos y las palmas de las manos, así como los talones y los dedos de los pies. Los dientes se los limpian con una mezcla de nácar, cáscaras pulverizadas de huevo y polvo de carbón.
Para la depilacion, preparan una masa hecha de azúcar y agua, y para perfumarse, usan agua de flor de naranja o agua de rosa (azahar). Los aceites de todo tipo son usados tanto por los hombres como por las mujeres para cuidar la piel. En Marruecos, se usa el aceite de Argano para suavizar la piel después de bañarse.
Las mujeres suelen delinearse los ojos con khol(polvo mineral mezclado con agua) y tatuarse con henna (hojas de una planta que deja un color rojo oscuro en la piel). En ocasiones especiales como una boda, las mujeres se reúnen en una casa y se decoran las manos y los pies con diseños florales o tradicionales con henna. Tiene un significado de suerte y de felicidad. La henna se puso enseguida de moda por las cristianas, que la utilizaban para embellecerse los labios.
Como el agua no debe de tocar el cuerpo dos veces, las tinas casi no se usan y se previlegia la ducha simple. De este código cultural nacen los tradicionales hammams (saunas públicos) que se convirtieron en rituales familiares. De este modo, según el horario dividido por sexo, se juntan las personas para disfrutar de una sauna, defoliación corporal y baño de aguas calientes (únicamente después de la limpieza completa).
De esta misma manera, es una costumbre establecida la de ofrecer la posibilidad de lavar a un invitado. Hoy en día se propone al invitado que pase a ducharse sí lo desea, pero antiguamente era un ritual donde los anfitriones lavaban la cara, las manos y los pies del invitado. Es muy común en árabe referirse a los sanitarios como «la casa del agua» o «el lugar de descanso». La limpieza corporal se hace normalmente con la mano izquierda. Por esto solo se usa la mano derecha para comer.
Esta noción de limpieza corporales hace referencia a las abluciones o purificaciones rituales que se ejecutan antes de un acto religioso. Como los musulmanes oran cinco veces al dia, las abluciones son parte de lo cotidiano. Consisten en lavarse las manos, cabeza, boca y pies.
En resumen, la estética y el higiene corporal se consideran como unos cumplidos hacia los otros. Es parte de la educación desde la infancia.
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